Para las empresas, la retención de talento es una prioridad estratégica. Mantener en el tiempo a los mejores colaboradores es vital para incrementar la productividad porque son más eficientes en el desarrollo de los procesos y, por lo general, muestran mayor compromiso.
Además, los índices de rotación altos afectan significativamente las finanzas del negocio porque crean gastos innecesarios –como un nuevo proceso de contratación e inducción- que pueden alcanzar un monto equivalente a entre seis y nueve meses de salario por colaborador que renuncia.
Es en ese contexto, que los empleados deben buscar oportunidades de crecimiento que le confieran características de eficiencia con el fin de ser parte de una nómina empresarial que busque mantener a los mejores talentos dentro de sus operaciones. Además, la formación continua entrega herramientas para crear un sentido de compromiso con la empresa.
1. Mejora la participación en los procesos de la empresa
La pérdida de un empleado durante los primeros meses de prestación de servicios puede ser sumamente costoso para las organizaciones, no solo por los gastos asociados a la nueva contratación sino porque se va antes de aportarle al negocio todo lo que tenía para dar. Pero la capacitación personal, vista desde la inducción, se erige como una solución para evitar una pronta partida.
2. Aumenta el «querer permanecer en la empresa»
Los colaboradores talentosos siempre quieren aprender y desarrollarse más. En consecuencia, la capacitación de personal es clave para formar una relación de pertenencia con la empresa en la cual el empleador está trabajando. Cuando se forma parte de un programa de formación, se comprueba que el lugar de trabajo es el adecuado, ya que entrega las herramientas para demostrar el potencial para aprender y crecer profesionalmente. Se experimenta satisfacción, el compromiso aumenta y las intenciones de migrar a otro trabajo se reducen.
3. Permite a los empleados adaptarse al cambio
La actualización de conocimientos, ayuda a los trabajadores a adaptarse a los cambios impulsados por la tecnología. Por lo demás, la capacitación puede orientarse hacia temas más emocionales y psicológicos, como la construcción de un buen ambiente laboral, el cumplimiento de los deberes, la superación personal, la colaboración y demás factores determinantes en la decisión de irse o quedarse de un trabajador.